jueves, 25 de mayo de 2017

Fanfic Jose Fortes


Tras la puerta de aquella habitación de hotel de carretera, se escondía todo mi pasado. Tras esa puerta antigua, se escondían muchas cosas que nadie sabia.


Una mañana decidí irme de casa para vivir una nueva aventura por el mundo, cojí lo básico para vivir cinco días fuera de casa y me marché a algún lugar con el coche. Mientras estaba en el coche estaba pensando a donde ir y pensé que me podría ir a otro país en avión, y así lo hice. Fuí hacia el aeropuerto de Mahuella que era el más cercano de donde vivía, y compré un billete hacia Yokuta.
Elegí este lugar porqué sabia que algo me esperaría allí.
Mi vuelo salía a las 12:00 y para hacer tiempo me fui a una tienda del aeropuerto y compré un libro de la historia de Yokuta. Me costó 13’50$ , me senté y empecé a leerlo sentado en un banco de la tienda. El libro cuando lo vi a primera vista en la tienda parecía interesante pero cuando lo estaba leyendo me dormí.

Mientras dormía escuchaba unas voces raras y yo sabia que era un sueño pero en este caso no seria un sueño. Note como me apretaban el brazo y diciéndome te vamos a matar, yo intentaba despertarme pero mis ojos no podían abrirse
Cuando me desperté estaba en una furgoneta secuestrado y con la boca tapada con cinta americana y lo único que podía ver era a dos personas con una mascara cogiéndome para que no me pudiera mover.

Notaba como íbamos por un camino rocoso y peligroso porque el conductor estaba chillando !Mierda, deberíamos haber cogido otro atajo.
Estuve en la furgoneta como una hora y media, fue la peor hora y media de mi vida. Al final lleguemos a una especie de hotel abandonado, me pegaron una paliza y me dejaron en un cuarto mal oliente y pequeño.

Pasaron unos dos días y yo seguía en ese cuarto apestoso, pequeño y sin comida, solo me daban agua. Mi estomago estaba muerto de hambre y cuando menos me lo esperé me dieron una barra de pan y un pedazo de chorizo y me dijo el que me lo dio que con esto pasaría la semana y que si necesitase agua que la pidiese que agua hay para dar y vender.
Yo le dije que vale, que gracias por darme algo de comer.

Pasaron unas horas y vino una persona voluminosa, alta y con una mascara para cogerme y llevarme a otro cuarto. En ese cuarto estaba una persona vieja y pequeña.
Nada más entrar le dije, que queréis de mi y me contestó que querían mi sangre. Yo me quedé boquiabierto y resoplé, es ese momento pensé que para que querían mi sangre pero luego cunado me llevaron otra vez a la habitación pequeña y mal oliente recordé…













Cuando mi mujer llego a casa vio que no estaba, lo primero que hizo es llamar a mi madre y mi madre pero mi madre le dijo que no estaba con ella.
Pasaron unas horas y pensó en ir a la comisaria a decirles lo que había sucedido, bajó al sótano y cogió mi bicicleta y se dirigió a la comisaria.

La comisaria no está muy lejos de casa, está a unos diez minutos pero ella llego en cinco porque estaba desesperada por encontrarme. Le dijo a la policía que yo no estaba en casa y que había buscado en todos los lugares de la urbanización. La policía tomó sus datos y empezó a investigar.

Mi mujer, desesperada por encontrarme cabizbaja volvía a casa. Cuando entró a su calle vio a una vecina y la vecina le preguntó que le pasaba y se lo contó.
La vecina le dijo que ella conocía a un señor llamado Sherlock Holmes, que le gustaba resolver misterios y crímenes.
Mi mujer le dijo que le pasase su número de teléfono y la vecina muy agradable le paso el número.

Cuando llegó a casa cogio el teléfono y le llamo, nada mas coger el teléfono Sherlock dijo, no soy ningún fumado, solo me gusta resolver misterios y crímenes ya que la policía no resuelve lo que yo hago pues los resuelvo yo.
Mi esposa le contó lo que pasaba y Sherlock le dijo dame tu dirección de tu casa y mañana a primera hora de la mañana iré a preguntarte un par de cosas y colgó.

Al día siguiente a las 08:00 de la mañana, dos personas no muy alta y un tipo alto, delgado y con una vestimenta negra llamó a mi casa.
Mi mujer con un poco de miedo abrió la puerta y Sherlock le dijo, yo soy Sherlock y el mi ayudante Whatson. Mi mujer les dijo que pasase y que se sintiesen como en su casa.

Watson mientras preguntaba a mi esposa lo que había sucedido Sherlock, empezó a ver toda la casa, de arriba a bajo.

Lo primero que dijo Sherlock fue, tu marido se a marchado el por su cuenta peró alguien lo abría secuestrado. Sherlock y Watson se fueron a su casa y Sherlock empezó a pensar y pensó a donde se podría ir una persona de 38 años. Cojio Sherlock la chaqueta y grito, Watson vamonos al
aeropuerto. Nada más llegar allí estaba la policía y preguntó que había sucedido.
Una mujer muy guapa le dijo que habían secuestrado a un hombre esta mañana y Sherlock y Watson se fueron y comenzaron a investigar
















En esa habitación pequeña y mal oliente recordé que una vez cuando era pequeño mi padre me dijo que hace años mi abuelo era un súper héroe que tenia poderes mentales y ayudaba a toda la gente que podía.
En esos momentos pensé que podría ser el motivo por el que me secuestraron, porque yo tenia un súper héroe dentro de mi y no lo sabía.

Esa misma noche notaba cosas raras en mi cuerpo como si la sangre me pasaba muy fuerte entre mis venas. A la mañana siguiente me miré en un espejo que había y me había convertido azul.

Sherlock cuando se despertó fue con Watson al aeropuerto haber cuidadosamente lo que había sucedido. Al parecer Sherlock miró con su lupa en el suelo y vio unas huella de zapatillas, siguió las huellas y salió al parkin y también vio unos derrapes de una furgoneta.
Gracias a dios la furgoneta perdía aceite y dejo unos rastros.
Watson cogio el coche y se fue con Sherlock detrás de las gotas de aceite haber donde habían llegado. Llegaron al hotel donde estaba yo.

Yo noté que tenia mucha fuerza y pegué un puñetazo a la puerta y la tiré abajo. Los seguratas que habían allí me empezaron a disparar y yo no sentía nada.
Mientras tanto Watson aparco el coche en el parkin del hotel y bajaron. Salieron de la puerta principal cuatro hombres con pistolas y máscaras apuntándoles, Watson sacó su pistola pego cuatro disparos y los hombres que les estaba apuntado les mató.

Yo salí corriendo y abrace a Sherlock y a Watson, no paraba de decirles muchas gracias. Me acerque a un cadáver del parkin levanté la mascara de una de aquellas personas y vi que era mi suegro.

Me llevaron a casa y le dije a mi mujer con una pistola apuntándole en la cabeza que porque querían mi sangre su familia y me lo contó porque querían mi sangre.
Me dijo que querían mi sangre para venderla a unos chinos para crear unas personas invencibles y ganar dinero, cargué la pistola y le maté por traicionarme.

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